Legionella
La Legionela, el enemigo oculto
Aunque la legionelosis es una enfermedad cuyo conocimiento se produjo en el año 1976 y desde entonces ha sido estudiada a fin de prevenir, controlar, diagnosticar y curar sus efectos epidemiológicos, a dia de hoy seguimos conviviendo con noticias como las que han salido a la luz esta semana, “4 muertos y más de 30 afectados por un brote de legionella en Sabadell”. La pregunta que debemos de hacernos todos aquellos que de una forma u otra tenemos responsabilidad en el control de este importante problema de salud pública en nuestros dias es: ¿estamos luchando correctamente contra la enfermedad tanto por lo que respecta al diagnóstico, el control y el mejor conocimiento de los focos ambientales?. Pues a la vista de los hechos parece que NO.
Legionella pneumophila es una bacteria con estructura gramnegativa , con un tamaño de 0,3 a 0,9 μm de ancho y 1,5 a 5 μm de largo. Son móviles debido a uno o más flagelos polares o subpolares.
La Legionela, considerada una bacteria ambiental, se encuentra normalmente de forma natural asociada a ambientes acuáticos (ríos, lagos, etc.). Desde su reservorio natural la bacteria pasa a colonizar los sistemas de abastecimiento de las ciudades y, a través de la red de distribución, se incorpora a las instalaciones de agua doméstica u otras instalaciones que requieren la utilización de agua para su funcionamiento (sistemas de refrigeración, riego, piscinas, túneles de lavado, etc.). Con frecuencia, estas instalaciones poseen elementos en los que se produce el estancamiento del agua y la acumulación de productos que sirven de substrato para la bacteria (lodos, materia orgánica, material de corrosión, amebas, otras bacterias, etc.) posibilitando su multiplicación hasta concentraciones infectivas para el hombre.
Mecanismos de transmisión
La infección se transmite a las personas por vía aérea a través de la inhalación de aerosoles o gotas respirables que contengan legionella y también por micro aspiración de agua contaminada con la bacteria. Las partículas microbianas llegan al alveolo pulmonar quedando retenidas. No se contagia de persona a persona.
Los factores de riesgo asociados a contraer la enfermedad son: la edad avanzada, el tabaquismo, la enfermedad respiratoria crónica, la inmuno supresión, la diabetes y la insuficiencia renal entre otros.
Teniendo en cuenta los medios a través de los cuales se propaga la legionella, la mejor forma de prevención es la adopción de medidas dirigidas a evitar la colonización, multiplicación y dispersión de la legionella en las instalaciones de la red de aguas sanitarias. Por tanto un mantenimiento óptimo sería evitar la acumulación de materiales que formen biocapa, asegurarnos que la temperatura del agua no se encuentre dentro del intervalo de temperatura óptimo de crecimiento (entre 32ºC-45ºC), evitar la estanquidad y la baja renovación del agua y utilizar tuberías de cobre, acero inoxidable o materiales plásticos resistentes a la temperatura y al cloro y no susceptibles de ceder al agua sustancias químicas indeseables.
De acuerdo con el Real Decreto 865/2003, articulo 6, para la prevención de la legionelosis: las medidas preventivas se basarán en la aplicación de dos principios fundamentales: primero, la eliminación o reducción de zonas sucias mediante un buen diseño y el mantenimiento de las instalaciones, y segundo, evitando las condiciones que favorecen la supervivencia y multiplicación de legionella, mediante el control de la temperatura del agua y la desinfección continua de la misma.
Puntos críticos en los circuitos y equipos: Instalaciones con riesgo.
- Red de agua fría y agua caliente sanitaria: la temperatura en el circuito de agua fría debe ser inferior a 20ºC y en el de agua caliente no ha de ser inferior a 50ºC en el punto más lejano del circuito. A partir del 1998 en el reglamento de Instalaciones Térmicas de Edificios se obliga a que las temperaturas de acumulación sean como mínimo de 55ºC.
- Torres de refrigeración y condensadores evaporativos: evitar las incrustaciones calcáreas y las corrosiones. Garantizar la adición de un biocida contra la legionella.
- Fuentes hospitalarias: humidificadores, equipos de terapia respiratoria.
- Instalaciones termales: siempre que exista recirculación de agua.
- Bañeras de hidromasaje y piscinas de uso colectivo.
- Fuentes ornamentales: que funcionen con recirculación de agua.
- Sistemas de riego por aspersión.
Prevención y actuaciones de control
Los titulares de las instalaciones son los responsables del cumplimiento de lo que se dispone en el Real Decreto 865/2003 llevando a cabo los programas de mantenimiento periódico así como la mejoras estructurales y funcionales de las instalaciones y el control de la calidad microbiológica y físico química del agua, a fin de no representar ningún riesgo para la salud. Periódicamente han de revisarse las válvulas, tuberías, grifos, duchas, depósitos, etc. De igual manera ha de controlarse mediante los análisis que recoge la reglamentación técnico sanitario que el agua que se utiliza tanto si procede de la red de abastecimiento público como de abastecimientos propios cumpla con los criterios sanitarios para su utilización.
Desde el laboratorio QUIMLAB se recomienda que se compruebe el correcto funcionamiento y el buen estado de conservación y limpieza de los sistemas de agua sanitaria fría y caliente. Ha de tenerse en cuenta que una desinfección no será efectiva si no se acompaña de una limpieza exhaustiva. La cloración y la desinfección térmica son los procedimientos más extendidos en la desinfección de las aguas. El poder desinfectante del cloro radica en su capacidad de oxidación. El tiempo de actuación y la temperatura son dos factores importantes en la acción desinfectante que tiene el cloro. Las instalaciones de los circuitos de agua caliente sanitaria han de permitir llegar periódicamente a 70ºC, a fin de poder realizar un choque térmico.
QUIMLAB recomienda que en aquellos centros públicos o privados en los que existan instalaciones de riesgo se realice un muestreo de legionella como mínimo con una periodicidad anual. Recordemos MEJOR PREVENIR QUE CURAR.
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